jueves, 4 de junio de 2015

León Felipe. Lágrimas sobre el viento

Lágrimas sobre el viento puso fin a la primera edición del Festival de Teatro UNIR Chamberí, en la que participaron producciones como Las mocedades del Cid y Hablando de España, entre otras.

León Felipe. Lágrimas sobre el viento, es un homenaje al poeta zamorano que se exilió voluntariamente a México en 1938, tras haber luchado en la Guerra Civil española.
Este montaje, dirigido por Ignacio García, nos muestra un ejemplo de otros tantos artistas derrotados por el fascismo que tuvieron que huir por la defensa de sus ideales.



El poeta, triste por la situación de su país, se encontrará con el dilema de seguir con su España dolorosa pero querida o buscar otra patria. México resultará ser el destino de muchos de los intelectuales exiliados, desde donde miran con tristeza su tierra. Mientras que España se empobrecía ideológicamente, México se agrandó tras recibir a todos esos artistas.
Resulta paradójico presenciar ahora la obra, en estos tiempos de paz para España y donde México ya no es un lugar mejor.

La obra recoge un resumen de la vida de León Felipe; narra cómo fue desarrollando su vida literaria, partiendo de farmacéutico, y explorando su faceta de actor, hasta llegar a su vocación por la lírica. Está protagonizada por Santiago Ramos, quien recita varios de los versos que el poeta dedica a la libertad. E intervienen Raúl Escudero y la mexicana Aurora Cano (Berta Gamboa, mujer de León Felipe en la obra).
En sus poemas se encuentra de manera implícita el teatro y todos, con un lenguaje sencillo, incitan a la acción.
Durante su representación, en la pequeña sala de Chamberí, se creó un ambiente muy cálido y que al acabar, resultó inspirador para todos los presentes.
Fue un encuentro íntimo de no muchos espectadores, lo que lo convirtió, con la ayuda de la luz y la básica escenografía, en algo mucho más acogedor.
Al principio me resultó chocante que, durante la representación, el propio protagonista actuase sentado con la cabeza gacha y mirando tan pocas veces al público, y es que tenía el texto sobre sus manos. Pero es que en realidad se trataba de una dramatización y no de una obra de teatro en sí misma sobre su vida poética. Pero luego, habiendo obviado esto, disfruté mucho de la obra.

El poeta, aunque fuera de su verdadera patria, tratará de defender sus ideales y desde allí, su poesía “atravesará mares” con la fuerza y la ayuda del viento.

¡Qué lástimaque no pudiendo cantar otras hazañas,porque no tengo una patria,ni una tierra provinciana,ni una casasolariega y blasonada,ni el retrato de un mi abuelo que ganarauna batalla,ni un sillón de viejo cuero, ni una mesa, ni una espada,y soy un pariaque apenas tiene una capa...venga, forzado, a cantar cosas de poca importancia!
León Felipe.

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